El Gran Árbol

El Gran Árbol

Por Belén Ucero

El Gran Árbol es un espectáculo que combina danza contemporánea con música en vivo. Esta obra está basada en historias Wichi y Qom. Fue dirigida por Nito Denis y Claudia Margona y hubo aportes de Lecko Zamora y Claudio Largo.

La historia que se va contando a través del baile es sobre un árbol y su importancia simbólica y real para estos pueblos originarios. El Gran Árbol es el puente entre el cielo y la tierra, además de ser la mayor fuente de vida. Pero un día éste fue quemado y toda posibilidad de vida y de contacto con el cielo se perdió. Pero no todo estaba perdido porquedonde hubo fuego cenizas quedany es allí, de las cenizas, donde vuelve a encenderse una chispa de esperanza para estas tierras y gracias a la ayuda de la naturaleza este árbol empieza a vivir nuevamente. La historia se va contando en distintas etapas y con diferentes personajes, pero uno de los hilos conductores y personaje principal es una niña que representa esta chispa de esperanza, el amor universal, la única fuerza que puede vencer a todas las demás.

La armonía y el equilibrio son otros protagonistas siempre presentes en la obra, la belleza de los cuerpos, las emociones a flor de piel, el contacto con el otro y la energía originada por el baile juegan un papel muy importante dentro de la historia.

Otra de las cosas que se destacan es la puesta en escena y el vestuario elegido, una variedad de colores y trajes se van observando a medida que va pasando el tiempo. Agua, tierra, fuego, aire, amor y esperanza  se van entrelazando para dar vida a este Gran Árbol.

 

Un viaje astral

Un viaje astral

Anteojos de sol, una camioneta del tipo “Van”, vegetación hacia ambos lados y el sol escondiéndose en una postal sobre la ruta. Puede ser que mi cabeza vuele un poco pero es la imagen visual que me transmite el disco “La autopista corre desde el océano hasta el amanecer”. Para poner a prueba lo que digo, la primera frase que se escucha de todo el álbum es… “Hice las valijas lo más rápido que pude y salí”… Valle de Muñecas te permite viajar a través de melodías, frases y riffs que vas a estar imitando toda la tarde.

El álbum está distribuido en diez canciones, todas tienen el sello particular de Mariano “Manza” Esain (cantante, guitarrista, compositor, productor, todo eso a la vez) donde él mismo define que trata de “mostrar la soledad desde otro punto de vista”.La soledad para Manza no siempre es mala, por eso las canciones de este disco rozan lo melancólico pero en su justa medida.

Un aspecto importante que me gustaría destacar es sobre la apertura y cierre del cd (“La soledad no es una herida” y “Cosas que nunca te digo”), la primera canción, en la mayoría de las veces, da la impresión de lo que te vas a encontrar. Es, además, la primer melodía que escuchas con demasiada atención, por ese motivo “La soledad no es una herida” da un buen pantallazo. En el caso de “Cosas que nunca te digo”, es la encargada de cerrar, de darle punto final, es lo último que te queda resonando y esta balada logra su cometido.

“La autopista corre desde el océano hasta el amanecer” es un disco no para escucharlo, sino disfrutarlo. Permite, también, conocer Valle de Muñecas, banda “indie”argentina con una calidad asombrosa de las que con gusto da la independencia de los sellos discográficos.